Camila Toro Pizarro es Diseñadora de Vestuario y desarrolla un emprendimiento de industria circular llamado «Chnga Diseño Camanchaco», que rescata la identidad visual de esta etnia, la actualiza a lo urbano y vincula el territorio agregando valor.
Conversamos con la joven creadora quien nos relató: «Desde el momento que uno empieza a estudiar Diseño de Vestuario de Alta Costura, siempre trabaja el tema de la marca. Bueno, Changa despertó porque siempre me llamaron así. Me fui a estudiar a Santiago luego de estar en La Serena y era peculiar la palabra para el resto. En búsqueda de mi marca personal apareció Changa Oculta, porque siempre me presentaba como Changa y nadie cachaba que era. Entonces, les decía que los Changos estaban ocultos en la costa porque nadie sabía de ellos. Pero no podía ser porque no sonaba fino, y en vez de Changa, trabajaba con Oculta hasta que terminé de estudiar.
Ahí despertó la marca, y comencé a desarrollar este proyecto que está funcionando ya hace más de un año. El público de Alta Costura es totalmente distinto del que trabajo actualmente. Me cuestioné mucho porque la educación que se me dio fue mucho más comercial, estereotipada, con un target ABC1. Me dije «No quiero hacer ropa por hacer ni vender ropa sin sentido. Si voy a vender algo no quiero vender lo que todos. No quiero que mi marca sea más de lo mismo». Entonces -ya con Chnga- sabía que iba a vender cultura a través del vestuario. Mi objetivo era ese: comunicar a través del vestir urbano.
Mi público objetivo son jóvenes de entre 15 a 35 años: adolescentes, adulto joven y adulto. Como necesitaba informar, ellos van a ser el día de mañana padres, a educar, y están más activos con los medios en redes sociales, y era necesario despertar a ese tipo de público.
Comencé haciendo trajes de baño, y bolsos, como cositas así muy chiquititas y restaurando. Hice trajes de baño con textiles nuevos, luego tenía mucha tela y mucha ropa vieja y empecé a reciclar. De un pantalón, sacar un bolso y a eso le fui agregando la marca y siempre el concepto cultural. Hasta que tuve muchos polerones de segunda en la tienda, ropa que venía dañada y la empecé a restaurar, despertando el diseño a través de la cultura.
Con los trajes de baño hice una colección muy chica, como de 5 prendas y no me fue muy bien. Recibí mucho público, pero no las vendí todos porque eran un poco osados y como que Chnga acá les costaba un poco. Pero, de ahí aparecieron los Callejas que son polerones, con o sin gorra y han sido bomba. Lancé la primera colección y en un día ya no estaba. Después las siguientes: 39 prendas en el perchero, y en una hora ya no quedaban. Y ahora, en modo pandemia, nos reinventamos también con las mascarillas.
Los polerones varían entre los $20.000 y $25.000, según el trabajo porque son pintados a mano, todos son únicos, exclusivos. Como restauro prendas, cada prenda tiene su necesidad. Entonces, diseño según el color, según la forma, etc.
Las chaquetas, también, entre 30 y 40 mil, porque es otro trabajo. Eso está pintado 100% con pincel. Uso anilina para teñir, para cambiar los colores de las prendas. Ahí pinto con rociador, estilo spray. Luego de eso, estampo con pintura de serigrafía, pero lo termino a pincel con la marca y el logo.
Creo que debemos empoderarnos de nuestro territorio y empezar a valorar nuestro patrimonio. A tomarle atención a esos detalles que normalmente ignoramos, pero que nos hace distintos al resto. Por mucho que nosotros estemos encerrados acá en la costa, no quita de que seamos parte de una comunidad o una cultura. Así que a eso, a sentirse empoderados de sus raíces, de su cultura y la unidad… al final, no puede ser que uno no más esté moviendo la canoa sino que tenemos que remar todos juntos.
Hago harto diseño digital, para las etiquetas y eso. Las mascarillas las coso yo, también en base a textiles reutilizados. Me encuentran en Instragram. Ese es el medio por donde me muevo y me comunico con la gente. Y no sólo vendo sino que entrego cultura. Esos son los puntos fuertes de mi marca: el concepto cultural y a la vez ser consciente con el medio ambiente. El hecho de que sea 100% restaurado me enorgullece.
Espero el día de mañana tener un sitio web y hacer algo que beneficie a la comunidad, como un proyecto artístico, podría ser bakan un desfile que se haga en todos los muelles de la costa de la Región de Antofagasta, quizás igual contar un poco de la historia Changa ahí y generar igual un ambiente» nos comentó entusiasmada Camila.
Pueden seguirla en Instragam como c.h.n.g.a Diseño Camanchaco