Hablamos con Jenny Jiménez Guagama, gestora del evento, quien nos declaró: “Me inspiré en las noches de bohemia cuequera santiaguina, porque allá reaparece la cueca Brava, centrina o urbana y ha tenido gran auge. Los grupos más emblemáticos de este género están allá, donde es todo un movimiento que dejó de ser solo folclor para volverse popular. Es muy limitada la oferta de este tipo de eventos acá en el norte”.
La gestora agregó que: “En general, estas actividades se dan en centros culturales, pero abrirlas a la comunidad desde un bar se hacía necesario para aperturar a un mayor público. Esa es la idea y sumar gente para que conozca este género. Armé un lote, como se dice en jerga cuequera, con varios amigos que son músicos reconocidos en la zona, como Sergio Valencia, percusionista de la sinfónica de Antofagasta, más Carlóncho Díaz y Miguel Luis Pastenes, que son cuequeros bravos, cantando y tocando. En esta oportunidad incorporamos a un animador, el iquiqueño Cristian Valacina. Este evento contó con dos espacios: la presentación en sí, donde la gente también puede participar y bailar, y un segundo espacio con un canto a la rueda, donde los músicos salen del escenario y, junto con el público, comienzan a tocar cueca de forma improvisada”.
“Este evento fue autogestionado. Por parte de los asistentes se hizo un aporte, la dueña del bodegón también aportó con lo que se formó un monto para los músicos. Tuvo como misión instalar la cueca brava en Antofagasta en un espacio democrático donde el público que conoce y que no conoce puede ir, mirar y encantarse con la cueca”, enfatizó Jiménez Guagama.
Una vez al mes en el mismo local se hará un evento de este tipo buscando crear una sede para este genero. Todos invitados al social cuequero, con música y baile para lograr un aprendizaje colectivo, todos los viernes en la avenida Brasil de 20:00 a 21:30 en el sector del monumento del Gabriela Mistral. Los martes hay una rueda a las 20:00 ahí mismo… ¡Cala-cala-ca!
